domingo, 8 de junio de 2014

Pico Veleta desde Hoya de la Mora


El Veleta con sus 3.396 metros sobre el nivel del mar, es una montaña famosa ya que es la segunda altura de Sierra Nevada, la tercera de la Península y la cuarta de España por detras del Teide, el Mulhacen y el espectacular Aneto. Junto a la Alcazaba y el Mulhacén forman el trío de gigantes béticos que protagonizan las ascensiones típicas de Sierra Nevada. Debido a la configuración de la sierra, es el mejor mirador de las tres, sobre todo hacia el sur donde, entre otras cosas, se puede ver el mar por encima de las nubes.
Te puedo mostrar la montaña, sus piedras, trampas y bellezas. Puedo caminar a tu lado y acompañarte. Puedo disfrutar contigo de cada momento,  pero te toca a ti sola llegar a la cima.
A pesar de ser una montaña que supera los tres mil metros, en verano es fácil de ascender, se trata de caminar por una pendiente suave y regular ademas de simiasfaltada. En todo caso, si algo dificulta la ascensión seria la altitud, ya que parte de la ruta transcurre a más de 3000 metros.



Sin duda lo mejor y mas bonito de esta ascensión fue el poder llevarla a cabo con mi amor y compartir junto a ella lo que fue su primera aventura montañera, su primera montaña y su primer tres mil.

No puedo recordar con claridad cual fue mi primera salida a la montaña ya que era muy niño. Pero si recuerdo cuando subí mi primer tres mil. Recuerdo una inmensa emoción al afrontar mi primer reto en alta montaña, una alegría contagiosa al alcanzar la cumbre y una satisfacción infinita de haber conseguido una meta deportiva que me había propuesto. Para mi, ese primer tres mil fue mágico y especial. Poder compartir esas mismas emociones con la mujer a la que quiero, fue tan emotivo, excitante y mágico como mi primera vez.

El viaje no estaba preparado para subir El Veleta. La idea era ir a Granada y disfrutar de un fin de semana romantico visitando la Alhambra y la ciudad, pero un giro de ultima hora nos acerca a esta maravillosa montaña. La historia es simple. Yo tenia una reserva en un motel bastante cutre en pleno centro de Granda. Después de que Inma viera las fotos de la "Maravillosa y romantica" (jejejeje) habitación que habia reservado, pensó que lo mejor era tomar ella misma las riendas del asunto y encargarse de la búsqueda y reserva del hotel donde poder montar nuestro campo base en Granada. La sorpresa llega cuando me dice que por el mismo precio que la habitación cutre que yo habia reservado, tenia una bonita habitación en el Hotel Guerra situado en pleno parque natural, a pies de la estación de esqui de Sierra Nevada. Un lugar precioso y muy recomendable. Precios asequibles y buen servicio en un entorno inmejorable.

Nada mas llegar decidimos subir a la Hoya de la Mora, y nos encontramos con uno de los atardeceres mas hermosos que he visto nunca. (La foto no hace justicia) Y es en este momento cuando decidimos que mañana no iremos a ver la Alhambra, si no que subiremos a la cima del pico Veleta.



Aun que no hay perdida en la ascensión al Veleta, pues se trata de seguir una carretera semiasfaltada en algunos tramos y asfaltada en casi toda la ascensión.... ¡Nosotros nos confundimos! Hay un momento que la carretera se desvía a la derecha dirección la estación, instintivamente y por la posición de la cima que esta a la vista en todo momento, parece que el de la derecha es el camino correcto pero el correcto es a la izquierda.



La ascensión en verano transcurre integramente por una carretera de mal asfalto. Se trata de una ascensión progresiva y sin grandes rampones se trata de subir, subir, subir... Pero como todo, para una recién llegada a este apasionante deporte una subida asi se puede hacer interminable. 

Lo peor son las constantes e inacabables S que hace el camino y como en todo momento se ve la cima delante nuestra parece que no llegas nunca, poniendo a prueba el aguante psicológico del montañero mas pintao y haciendo aburrida la ascensión en ocasiones.



Pero al final todo llega. Lo que se había convertido en un infierno para Inma, se transforma por arte de magia y al ver por fin el esperado geodésico en una explosión de alegría sale corriendo a abrazar el monumento de piedra.

¡FELICIDADES CARIÑO! ¡LO CONSEGUISTE!


Decía el gran alpinista Maurice Herzog que: No es más quién más alto llega, sino aquel que influenciado por la belleza que le envuelve, más intensamente siente. Y yo he sentido al Veleta con toda mi fuerza y no por ser una montaña dura o técnica. Mas bien por que he tenido la oportunidad de disfrutarla y sentirla de forma diferente. He compartido la pasión que envuelve mi vida con la persona que amo, dandole la oportunidad de conocer el mundo que me ha hecho muy feliz desde niño. Solo espero que haya escuchado la voz de la montaña y se contagie del veneno que todos los montañeros llevamos dentro, el placer de una actividad que a pesar de su aparente bajo nivel de beneficio, esta motivada por una gran fuerza emocional que nos hace sentir vivos. Como dice el proverbio tibetano: Quien ha escuchado alguna vez la voz de las montañas, nunca la podrá olvidar.



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