lunes, 25 de noviembre de 2013

K25 trail de la Calderona. El sueño cumplido.



La carrera por montaña de Serra (Valencia) conocida con el nombre de K25 Trail de la Calderona, ha sido sin duda una de las actividades deportivas mas duras en la que he participado. 25 kilómetros sobre un circuito de 1700 metros de desnivel positivo, que te cortan la respiración desde la primera zancada. Tres ascensiones míticas, el Alt del Pi, la Cruz del Sierro y el agotador Rebalsadores. Las tres ascensiones se realizan por sendas y trialeras y no dan respiro. Las bajadas, a si como los tramos intermedios, resultan muy técnicos ya que transcurren también por trialeras muy descompuestas, donde en ningún momento puedes despistarte.
La victoria que hoy parece fácil, es el resultado de pequeñas victorias que pasaron desapercibidas. Paulo Coelho
La K25 recorre algunos de los paisajes más soberbios de la Sierra Calderona, pero con un trazado muy poco amable, pensado para convertir esta carrera en lo que es, una de las pruebas de CXM mas duras de la Comunidad Valenciana.

Si algo me propuse con la K25 fue disfrutarla a tope y sin duda lo he logrado.Y lo he hecho sobreponiendome a imprevistos que no podía controlar. Primero la retirada por lesión de mi amigo Kike, después ver como ninguno de mis compañeros y amigos entraban en el sorteo de las 300 plazas, debido a lo que considero un reparto injusto de dorsales. Mas tarde una leve lesión en un gemelo, y por si fuera poco a 10 días soy atacado por un virus cabrón, que hace que me vaya patas abajo. Pero lo que peor he llevado sin duda, a sido la retirada forzosa por motivos laborales de mi compañero Mario. Y es que Mario y yo hemos pasado muchas horas entrenando y compartiendo la ilusión de correr juntos la K25. Lo siento amigo, el año que viene la liamos parda.


El 253 de 300 corredores no es precisamente un puesto destacable. Pero no estoy aquí para ganar una carrera. Estoy aquí por ilusión y empeño, y saber que todo esfuerzo tiene luego su recompensa. Y para mi la intima satisfacción de haber puesto todo mi empeño para el logro de una cosa es algo que no tiene precio, un valor espiritual que me llena y me reconforta.

No a sido fácil preparar esta carrera, pues aun que llevo mucho años haciendo deporte, correr nunca a sido una de mis pasiones..... ¡Hasta ahora!

3, 2, 1..... ADELANTE! Me costo mas de lo normal calentar, y eso que ya lo había hecho durante 20 minutos antes de salir. Imagino que los nervios del momento no me dejaban acompasar la respiración. Pero en cuanto agarre ritmo ya no había quien me parara.... bueno, menos la subida a Rebalsadores, aun que eso es mas adelante.

Impresiona ver la trialera que sube al las antenas (Alt del Pi) abarrotada de una fila de "locos" vestidos con llamativos colores y todos con la misma ilusión. 

Llegar a la cima del primer pico de la jornada es un placer que anima por si mismo, y el tumulto del publico que se arremolina en lo alto del Pi también. Los gritos indiscriminados de animo de la gente congregada me hacen sacar una sonrisa tímida que me llena de satisfacción, y me pillo a mi mismo apretando el paso, y mas cuando viene mi fuerte, una bajada por trialera que he entrenado mil vences, conozco cada piedra y cada curva. Con todos estos ingredientes bajo desde al Alt del Pi hasta la base del Castillo de Serra en un tiempo record.


Termino el primer bucle de la carrera en unas condiciones excelentes, me siento fuerte y muy animado. Entrando en el polideportivo de nuevo mi mujer y mi hijo me esperan y me animan con todas sus fuerzas.  No solo me siento bien, ahora también me siento como un niño en noche de reyes, muy feliz.


Comienza la vuelta mas dura. Este segundo bucle empieza con una interminable y dura subida por el barranco de Deula para después bajar al barranco de Marianet y comenzar la segunda gran subida de la jornada, el Sierro. Es en esta subida que siento algunas molestias en la rodilla derecha. No quiero hacer mucho caso, no voy deleitarme en lo negativo, a si que decido pensar en el avituallamiento que me espera en lo alto de la Cruz del Sierro.

Miro el cronometro y pienso que puedo terminar en menos de cuatro horas, y eso me emociona y me motiva.

Avituallamiento normal en una carrera de fondo*


























Decido bajar del sierro entregándome a tope. Quiero recuperar los minutos que he empleado en el avituallamiento, pero las piernas ya no responden igual ante lo abrupto del camino. Y la rodilla sigue dándome por saco.

Comienza mi obsesión por el cronometro. Empiezo a convencerme que terminar en menos de 4 horas es algo posible, y aun que no es un objetivo principal, el hecho de ver que puedo hacerlo me provoca para intentarlo. Si lo consigo seria comerse el pastel entero con guinda incluida. Para hacerlo he de tirar los restos en subir a la cima de Rabalsadores, al punto que por un momento pensé que los iba a tirar literalmente, pero no, consigo contener mi estomago y llego al geodésico tocado aun que no hundido.

Geodésico de Rebalsadores*

Ya en lo alto de Rebalsadores siento que la gasolina se me gasta, y para colmo la rodilla no mejora. Con la rodilla hecha un asco apenas quedan 5 kilómetros para terminar, uno aproximadamente de llaneo y el resto una bajada trepidante directa a meta. Salgo del avituallamiento algo tocado, y en la trialera tengo que tirar de freno, la rodilla ya no me molesta, me duele.

El peor momento de la carrera viene ahora. En la ultima bajada a menos de 5 kilómetros de meta, tengo que bajar prácticamente andando, casi cojeando. Empiezan a pasarme compañeros por derecha e izquierda, algunos se preocupan y preguntan si estoy bien. Dejo de contar cuando me pasa el corredor 32, contar me desanima bastante, y veo como se desvanece la posibilidad de acabar en menos de 4 horas. ¡Que rabia!

Esta claro que ya no me voy a comer la guinda, pero pienso comerme el pastel entero. Ese pensamiento me anima y a paso de tortuga bajo la trialera hasta el barranco de Deula, donde me da alcance mi vecino Oscar ¡Que alegría! por fin una cara conocida.


La llegada a Serra fue espectacular. Entre aplausos te olvidas de todo, del cronometro, del dolor, del cansancio... La verdad que aun que suena ridículo en ese momento te sientes como si fueses a ganar la carrera, como si llegaras el primero. Busco entre la multitud a mi mujer y a mi hijo que me aplauden y me animan con mucho entusiasmo. Mi hijo me coge de la mano y corremos juntos los últimos 20 metros para entrar en la meta como un solo corredor. Fue el mejor momento de toda la carrera, algo inolvidable.

Hacer realidad un sueño que llevas tiempo preparando y entrenando lleva siempre implícita una satisfacción difícil de explicar. Los sueños se alimentan de su propia pasión y a mi pasión me sobra. Me han dicho de todo. Que la K25 es solo para quien lleva años corriendo, que baje el ritmo, que ya no estoy para estos trotes, que si estoy loco.... Yo a todos ellos les digo: Mejor un loco mas que un loco menos.

*Fotos sacadas de internet
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Datos técnicos de la carrera.
Kilometros: 25
Desnivel: 1.700 m.
Altitud mínima: 300 m
Altitud máxima: 800 m.
GPS: (Cuando lo suba)





2 comentarios

  1. Enhorabuena amigo! Has expresado en palabras algunos d mis pensamientos. Quiza algun@s seremos demasiado soñadores o locos como ti dices, pero asi se cumplen metas, siendo antes soñadas.

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    1. Me alegro que te guste! El año que viene la correremos todos juntos.

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